Conciertos de órgano

Grandioso, de impactante presencia, se alza sobre la sillería del Coro el Órgano de La Redonda. Un magnífico instrumento cuyos sonidos, potentes o sutiles y de muy variada tímbrica, solemnizan las celebraciones litúrgicas y otros actos religiosos de nuestra catedral logroñesa.
Pero también, desde que se inauguró en 1995, han venido sucediéndose sin interrupción los conciertos de órgano que se incluyen en la programación del Ayuntamiento de Logroño para las fiestas de San Bernabé, San Mateo, Virgen de la Esperanza y Año Nuevo. Y ello gracias al Convenio suscrito entre nuestro Consistorio, que subvenciona esos conciertos, y el Cabildo Catedralicio, ofreciendo el órgano para tan noble oferta cultural.
En esas alegres ocasiones suenan obras musicales muy diversas, que datan desde los primeros siglos del arte organístico medieval y renacentista hasta llegar a las composiciones de nuestro tiempo interpretadas por los mejores organistas actuales, siendo de obligada y frecuente referencia, por su perfección y hondura (numerus et affectus), la genial e inmensa obra de Bach para órgano; él solo justificaría estos conciertos. Disfrutar de tal recorrido musical sólo es posible en un instrumento versátil, tan completo como éste.

 

Mirada al órgano. Fachadas elocuentes

Dos cuerpos de órgano, separados y de muy distinto tamaño, saltan a la vista: la gran caja rococó, de finales del siglo XVII, y otro cuerpo más pequeño réplica del mayor, adelantado en voladizo.
Vemos cómo esas dos cajas articulan en sus vanos grupos de tubos o “castillos”, quedando así configuradas las dos bellas fachadas. Por descontado: ese conjunto de tubos que se ven, constituyen u